El 3 de julio de 2025, la Corte Interamericana de Derechos Humanos notificó su Opinión Consultiva 32/25 sobre emergencia climática y derechos humanos, emitida tras una histórica solicitud presentada por Chile y Colombia. El proceso fue el más participativo en la historia del Tribunal, con más de 260 escritos y la intervención de más de 180 delegaciones en audiencias celebradas en Barbados y Brasil.
En su análisis, la Corte abordó las causas y efectos del cambio climático desde una perspectiva normativa y científica, reconociendo la situación actual como una emergencia climática derivada de actividades humanas desigualmente distribuidas entre los Estados.
En respuesta, el Tribunal delineó las obligaciones estatales en materia de derechos humanos, desarrollo progresivo de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, cooperación internacional, y adopción de normas internas, todo ello considerando la equidad, capacidades y responsabilidades diferenciadas de los Estados.
Asimismo, afirmó el derecho humano a un clima sano como parte del derecho a un ambiente sano, y destacó deberes como reducir emisiones, regular a actores privados, evaluar impactos climáticos y avanzar hacia el desarrollo sostenible. También abordó la obligación estatal de adaptación climática y la protección de derechos particularmente afectados como la vida, salud, agua, alimentación, trabajo y educación. Subrayó la importancia del fortalecimiento democrático y la toma de decisiones inclusivas, así como el reconocimiento de los saberes tradicionales, el derecho a la ciencia, al acceso a la información, a la justicia y la protección de personas defensoras del ambiente.
Por último, señaló la necesidad de medidas diferenciadas para garantizar igualdad real ante los riesgos climáticos, especialmente en personas y grupos en situación de vulnerabilidad, promoviendo resiliencia y bienestar a través de una adaptación sostenible.
Voces
Archivo
Comentar