El presente artículo intenta presentar una buena práctica relacionada con la elaboración de los pliegos y cuestionarios periciales. El abordaje, proposición y definición de los puntos periciales es fundamental dentro del proceso judicial, toda vez que el informe pericial será un insumo clave para el juzgador al momento de dictar sentencia. La validez y eficacia de la prueba pericial sin duda alguna está íntimamente vinculada a la claridad y precisión del pliego pericial.
Suele suceder que los cuestionarios periciales no son claros ni precisos, lo que acarrea la imposibilidad de poder llegar a una respuesta objetiva, lo que además se complica aún más si no se cuenta con la documentación necesaria para poder responderlos, cuestión que indefectiblemente lleva al informe pericial a una zona de duda que atenta contra la búsqueda de la verdad, de allí que al momento de plantear los puntos a dilucidar corresponde ser directo, claro, sencillo y preciso.
Saber hacer preguntas es un arte, y con relación a los informes periciales estas son un insumo clave, vital para cumplir con el objetivo deseado. Los puntos periciales que se propongan permiten cuestionar, analizar, reflexionar y entender hechos que seguramente son controvertidos.
De allí que al momento de proponer la realización de un informe pericial y se definan puntos periciales, sería interesante contemplar, sin vulnerar el derecho de defensa, incorporar una buena práctica vinculada al asesoramiento técnico que permita establecer estos de manera clara, precisa y objetiva, buscando que sean lo más efectivos posibles.
REFERENCIA:
Artículo originalmente publicado en Cuadernos Argentinos de Ciencias Forenses. Revista Pensamiento Penal solicita la cita de la publicación original
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